martes, 17 de julio de 2007

Y en el centro un pez*


Anhelo me concedas una alforja
para guardar en ella
el pez exiliado en tu pecho,
tu cavidad anexa,
mi contorno perfecto.

Y a cambio te daré el vino
ya vertido en mis venas.
y cuando embebidos y saciados,
destilaremos un sola
esencia. macerada
en tu cuerpo y el mío.
Será el transcurso de un rugido lento,
un despertar del calor acervo.

Un risueña mesa, quietecita espera.
y desfilan platos diversos. mi mano
se desliza por la superficie
de los cuencos. y se asemeja
al barro que es pasado amargo.

Extraes la sal guardada en mis manos
y bailamos al compás
registrado por los peces de alforjas
vecinas
algo viejas,

de otros cuencos
de otros días.

1 comentario:

Bombermán dijo...

Curiosidad: ¿Qué harás luego con la alforja?

condición sine qua non be or not to be?

Peru
Aprendiz de momento, tecladista de bolsillo y reclutante de palabras.